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Los Montes de María, a punto de una emergencia humanitaria

En toda la Costa Caribe no se habla de otra cosa que de la ola de calor y la sequía que ha matado animales y ha acabado con los cultivos en esta región otrora próspera.

Es el caso de El Salado, que antes de ser castigada por la violencia, que la convirtió tristemente en célebre, vivió una bonanza originada por su agricultura y el cultivo del tabaco.



Sin embargo, desde 1995, los campesinos empezaron a quedar en medio de la violencia de paramilitares, guerrilleros y hasta del Ejército.

Según las autoridades, los paramilitares de Carlos Castaño llegaron entre el 18 y el 21 de febrero del 2000, y protagonizaron la peor masacre que ese grupo ocasionó en su historia.

Encerraron en el pueblo a 150 personas que quedaban, de los 8 mil habitantes que llegó a tener, y masacraron a 60 personas, en todas las formas que no se puede imaginar la mente humana, ante los ojos y el terror de los sobrevivientes.

Estos campesinos tuvieron que salir huyendo y El Salado se convirtió en un pueblo más de selva, atrapado por la manigua como un triste recuerdo.

Pero en el 2002, los desplazados, con la ayuda de varios países planearon el regreso, ya que siempre la pobreza es mejor vivirla con dignidad en su tierra y en su parcela.

Sin embargo, luego de 12 años de regreso, la sequía está acabando con todos los cultivos y temen que derive en una grave situación de hambruna en estos pueblos de Los Montes de María.

Los campesinos dicen que si de aquí a diciembre no llueve, no tendrían otra alternativa que desplazarse, esta vez no por la violencia, sino por la sequía.