Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Transportadores suspenden diálogos con Alcaldía de Bogotá

La salida de dos funcionarios del Distrito de la mesa de diálogo para conjurar el paro de transportes originó que los empresarios decidieran suspender hasta mediodía las negociaciones.

Según se indicó, la secretaria de Gobierno, Gloria Flórez, tuvo que salir a cumplir una citación al Concejo, y la secretaria de Movilidad, Constanza García, fue a cumplir la agenda con el alcalde Gustavo Petro.

Alfonso Pérez, presidente de Apetrans, dijo que "para nosotros es muy preocupante que cuando discutimos temas importantes nos salgan con que la una tiene que ir a un lado y la otra a otro. Prácticamente la Administración no tiene quien atienda".

Puntualizó que al término de la primera reunión no se ha acordado ni siquiera el primer punto.

Advirtió que "nosotros no aceptamos mandaderos y exigimos que el alcalde (Gustavo Petro) se siente con nosotros y deje el orgullo porque lo único que ha hecho es a través de la Secretaría de Gobierno, amenazarnos".

Aseguró que luego de una reunión interna decidirán si finalmente se retiran de la mesa de diálogo.

Trascendió por fuentes en la reunión que no cayó bien entre el grupo de negociantes la ausencia del alcalde Gustavo Petro, de quien habían exigido su presencia en las protestas del lunes.

Sin embargo, se declararon dispuestos a escuchar los argumentos y las soluciones de la administración distrital.

En la mesa de trabajo los transportadores buscan que el Distrito eche para atrás la medida del pico y placa para los buses tradicionales que empezó a regir esta semana.

También esperan que el Distrito cumpla con los compromisos económicos con los propietarios para sacar de circulación los buses tradicionales, en el paso hacia el Sistema Integrado de Transporte.

La segunda jornada de la protesta comenzó este martes con dificultades en la movilidad de los ciudadanos en sectores como Banderas, Mandalay, Fontibón y Engativá. El primer día del paro dejó 76 vehículos afectados.

"A los organizadores de esta protesta social, que tiene temas y puntos que son razonables, les pido que dejen la violencia. Si hay bloqueos por la mañana nos levantaremos de la mesa de negociación. Queremos un diálogo tranquilo con los pequeños propietarios de buses de Bogotá, buscando mejorar la implementación del SITP", aseguró el alcalde Gustavo Petro.

Según reporte del Distrito, la primera jornada de paro deja 55 buses del SITP, 2 articulados y 6 alimentadores afectados por vandalismo, los daños ascienden a 15 millones de pesos; 13 buses del transporte público tradicional también fueron afectados.

"Las empresas Egobus y Coobus no le han pagado las rentas a cerca de 400 propietarios de buses que entregaron sus vehículos. Es un problema social que el Distrito quiere ayudar a remediar sin que sea responsable de ello. Además, la chatarrización ha avanzado lentamente, por lo cual hay una sobre oferta de cupos", explicó Petro.

Según los reportes de las autoridades de movilidad, la demanda del servicio troncal de TransMilenio creció en un 9 por ciento y la del componente zonal, buses azules, un incremento del 40 por ciento, pasando por primera vez la barrera del millón de viajes en un día.

En cuanto a la situación de movilidad y alteración del orden público, la más compleja registrada este lunes fue en el centro de Bogotá a la altura de la carrera décima con calle once; en este punto los usuarios denunciaron que los mismos conductores estuvieron apedreando a quienes no quisieron acatar la orden de paro, por lo que varios buses resultaron afectados.

En gran mayoría de estaciones de TransMilenio se registraron dificultades normales, como demoras en los tiempos de los buses, congestión de los articulados y estaciones, situaciones que se complicaron teniendo en cuenta la hora pico. También hubo varios puntos de las troncales del sistema en donde se registraron trancones por parte de los articulados.

Entre tanto los usuarios del SITP aseguraron que las frecuencias de los buses estuvieron muy demoradas, además que los buses estaban pasando completamente llenos, situación que los hacía esperar más de una hora para poderse subir a un bus.

En zonas de congestión como las Americas y la 68 se registró situación de normalidad.