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Invitación de Santos a Uribe a dialogar sobre paz abre debate

La propuesta del presidente Juan Manuel Santos al senador Álvaro Uribe a dialogar sobre el proceso de paz con las Farc, abrió un debate entre dirigentes políticos del país. Mientras el senador Armando Benedetti afirmó que Santos y Uribe deben seguir debatiendo desde sus posiciones sobre las conversaciones con la guerrilla, el exvicepresidente Francisco Santos consideró que el encuentro debe hacerse de manera pública.

En diálogo con RCN La Radio, el senador Benedetti dijo que "¿cuál es el problema de que en una democracia se debatan en distintas posiciones? La gente puede debatir sobre este tipo de situaciones como la paz".



Agregó que no cree que el presidente Santos y el exmandatario Uribe "se pongan de acuerdo sobre la paz en el país".

Señaló que "a mí me gusta que se debata, ¿Cuál es el misterio? Yo prefiero que se queden ahí porque es parte de la democracia".

Reunión pública

Por su parte, el exvicepresidente y actual dirigente del Centro Democrático, Francisco Santos, dijo que un eventual encuentro entre Uribe y Santos debe ser público, para que ambas partes expongan al país sus posiciones en torno al proceso de paz.

Sobre la invitación que hizo el mandatario a Uribe para reunirse y discutir sus diferencias, Francisco Santos indicó que no se resolverían los temas de fondo que los separa, relacionados con aspectos como la participación de la guerrilla en política y las penas alternativas para los integrantes de Las Farc, si no se ventilan las posiciones.



"El Presidente Santos es un genio para manejar la agenda mediática, lanza el globo, genera un debate y finalmente no llega a nada", afirmó Santos. Agregó que esta iniciativa llega en un momento muy difícil para el Presidente.

Dijo que existe una relación entre la propuesta del mandatario y las revelaciones que hizo Álvaro Leyva sobre la postura que tenía cuando era Ministro de Defensa y en su momento se opuso al acuerdo humanitario con la guerrilla.

Recordó que "llevamos 5 años de descalificaciones, desde el episodio de la llamada mano negra" y sostuvo que la diferencia de fondo entre el uribismo y el Gobierno radica en que en el Centro Democrático "queremos justicia, verdad y no elegibilidad" para los miembros de las Farc.

Sostuvo que los uribistas "no creemos que la lucha armada sea legítima o que matar a un ciudadano redunde en una curul en el Congreso. Éste no es un tema de coctel o de una reunioncita".

Insistió en que "una reunioncita en Palacio para tomar un café no sirve para nada. No estoy banalizando; a la gente se le olvida el contexto de hostilidad de 5 años. Lo de Daniel Coronell no es en vano, es parte de un tema que maneja muy bien el Presidente".

Francisco Santos dijo que en su momento el entonces Ministro de Defensa (Juan Manuel Santos) se tiró una rueda de prensa en la que se iban a hacer anuncios sobre el acuerdo humanitario porque para él la paz no es un tema institucional".

Reiteró que un reencuentro entre Santos y Uribe "tendría que ser un debate público. No desecho la reunión, pero que se haga de manera pública porque en privado pueden decirse muchas y después decirse otra cosa en los medios".

La invitación del presidente Santos

La invitación del presidente Santos al senador Uribe a un encuentro en la Casa de Nariño para hablar del tema de la paz, fue formulada en entrevista con Rodrigo Pardo, en el programa Dos Puntos, del Canal RCN.

i>"Estoy más que dispuesto a reunirme con el senador Uribe (…) para discutir todos estos temas con criterio patriótico, con miras a lograr una buena paz para todos los colombianos", señaló el Presidente.



Santos explicó que los acercamientos se vienen buscando a través del exalcalde Antanas Mockus y de varias personas más.

"Le dije (a Mockus): Usted que es tan buen mediador, por qué no busca cómo puede acercar al Centro Democrático del presidente Uribe con el Gobierno", sostuvo Santos durante la entrevista con Rodrigo Pardo.

El presidente Santos anunció que va a reunirse con seis jefes de Estado y de Gobierno, en un lapso de 5 días, una especie de maratón, al considerar que "estamos entrando a la etapa más difícil de las negociaciones; necesitamos el apoyo político de la comunidad internacional para llegar al final".