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Veinte palestinos muertos en una escuela de la ONU en Gaza

La esperanza, aunque aún muy frágil, de una tregua humanitaria entre Israel y Hamas ha recomenzado a tomar cuerpo, a pesar de la continuación de los ataques que el martes y miércoles de madrugada provocaron más de 100 muertos palestinos en la Franja de Gaza.

Veinte palestinos muertos en una escuela de la ONU en Gaza según los servicios de emergencia locales, empañan las negociaciones para lograr un alto al fuego.

Sin embargo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pidió más ayuda estadounidense para negociar un alto al fuego en Gaza, según dijo en la jornada el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry.

"Anoche conversamos y el primer ministro me habló de una idea y una posibilidad de un cese al fuego. Él lo mencionó, como lo ha hecho de forma reiterada", dijo Kerry, agregando que Netanyahu afirmó que apoyará "un alto al fuego que permita a Israel defenderse contra los túneles y obviamente que no sea en detrimento del gran sacrificio que han hecho hasta ahora".

Varios proyectos de tregua han fracasado en los últimos días, mientras ambos bandos beligerantes parecían más decididos que nunca a continuar los combates.

El movimiento islamista palestino Hamas advirtió que rechazará todo cese del fuego mientras continúen los ataques israelíes y no se levante el bloqueo a la Franja de Gaza.

Hamas no aceptará ningún "alto el fuego sin que cese la agresión y se levante el cerco", declaró Mohamed Deif, jefe de las Brigadas Ezedin al Qasan, ante la radio y la televisión del movimiento armado.

Esta declaración, que reitera la posición de los dirigentes islamistas desde el comienzo de la nueva guerra con Israel, fue hecha antes de un importante viaje a El Cairo de una delegación de la Organización para la Liberación de la Palestina (OLP), así como de los principales movimientos políticos palestinos, entre ellos el propio Hamas. La misma estará dirigida por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.

Los dirigentes palestinos se reunirán con responsables egipcios, intermediarios habituales con los israelíes.

A pesar de la negativa de Hamas, Yaser Abed Rabo, secretario general de la OLP, dijo después de consultas con éste y la Yihad Islámica, los dos principales grupos militantes de Gaza, que existía una "disposición para un alto al fuego y una tregua humanitaria de 24 horas".

Martes (y miércoles) sangriento

Más de 100 cuerpos fueron trasladados el martes a las diferentes morgues de Gaza, tras intensos ataques del ejército israelí sobre el enclave, mientras que otras 18 personas fueron abatidas en la noche por las bombas israelíes.

En la madrugada del miércoles, en un ataque aéreo contra Jan Yunes murieron ocho miembros de una misma familia, llevando a por lo menos 1.240 el número de palestinos muertos en 22 días de conflicto.

Los ataques de la artillería israelí se intensificaron desde el lunes en la noche, y sobre todo en la madrugada del martes en el campamento de refugiados de Jabaliya.

Docenas de palestinos, incluyendo mujeres y niños, murieron en el enclave de Gaza mientras los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional y los pedidos de que se ponga fin al derramamiento de sangre caían en saco roto.

El miércoles de madrugada, ya al comienzo del 23º día de ofensiva, dos niñas y un adulto murieron durante un bombardeo israelí contra el norte del enclave.

Los más de 240 niños muertos a causa de la ofensiva significan al menos el 29% de las víctimas civiles palestinas, según un comunicado de UNICEF.

"Vemos niños asesinados, heridos, mutilados y/o quemados, además de estar aterrorizada la población. Las consecuencias son mucho más duras que en los anteriores brotes" de violencia en Gaza, dijo la responsable de la UNICEF en el lugar, Pernille Ironside.

La ofensiva de Israel, que comenzó el 8 de julio para poner fin a los disparos de cohetes contra el Estado hebreo, ha dejado 56 muertos del lado israelí, tres de los cuales eran civiles.

Un diluvio de bombas

El lunes por la noche, un verdadero diluvio de bombas cayó sobre Gaza, luego de una frágil tregua para marcar el fin del mes de Ramadán, que se celebra con el día feriado del Eid al Fitr.

Los proyectiles de los tanques cayeron en la principal planta energética de Gaza, ocasionando daños materiales y un incendio que detuvo su funcionamiento, indicó un alto responsable del suministro de electricidad.

La casa de Ismael Haniye, jefe del Hamas en Gaza, en el campo de refugiados de Shati, fue blanco de un ataque aéreo, indicaron responsables.

En la madrugada del martes, al menos 24 personas habían muerto, entre ellas nueve mujeres y cuatro niños, indicaron fuentes médicas.

Por la tarde, una nueva andanada de proyectiles de tanques contra las casas de Jabaliya, en el norte de Gaza, mató a por lo menos 18 personas, señalaron médicos.

Después, las tropas israelíes mataron a cinco militantes palestinos en un combate con armas livianas en Gaza, indicó el ejército. Este enfrentamiento tuvo lugar cuando los palestinos salieron de un túnel y abrieron fuego contra los militares, agregó la fuente.

"No hemos tirado contra el hospital o contra el campo de refugiados de Shati", declaró el comandante Arye Shalicar.

"Nosotros sabemos que Hamas estaba disparando desde ambas áreas y que los misiles cayeron en esos lugares", dijo, agregando que desde que comenzó la violencia, el 8 de julio, alrededor de 200 misiles disparados hacia Israel cayeron antes, explotando dentro de la Franja de Gaza.

Cuando fue interrogado sobre las declaraciones de testigos respecto a un ataque con un avión teleguiado (dron), lo desmintió categóricamente.

"Eso es una mentira. Nosotros tenemos drones allí, pero son únicamente para vigilancia", dijo, añadiendo que esos aparatos no estaban equipados para disparar misiles.